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El Carácter Político de la Ciencia Ficción Uruguaya
por Pablo Dobrinin

 

Es muy difícil y hasta inoportuno hablar de un proceso. No sólo por la cantidad exigua de obras de cf, sino también porque algunas de ellas sólo tangencialmente pueden considerarse como tales. Además, para que se dé un proceso debe haber una continuidad, y un contagio, que no los hubo. Por varias razones: porque los escritores rara vez se han leído entre ellos, por la inexistencia de una colección especializada, y por el carácter efímero de las revistas del género. Pero, si lo que buscamos es tener una idea generalizada, podemos admitir como certeras unas palabras que Bernard Goorden vertía en 1980: "la Ciencia Ficción latinoamericana se centró sobre el hombre, preocupación fundamental de una literatura progresista".

La primer obra de cf es una utopía con múltiples lecturas: El socialismo triunfante - Lo que será mi País dentro de 200 años, de Francisco Piria (Montevideo, 1898). En esta obra, su autor nos da su particular visión de un mundo donde ha triunfado un socialismo fuertemente influido por sus ideales rosacruces. (Sobre esta novela de Piria he escrito un trabajo, medianamente extenso, que estará disponible en marzo del 2006 en el número 32 de la revista electrónica Espéculo, dependiente del área de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid). Luego aparece "El Hombre artificial" (Bs. As. 1910), de Horacio Quiroga, que recoge la tradición de Frankenstein. Deberán pasar 66 años para que otro uruguayo —Horacio Terra Arocena— edite otra utopía: El Planeta Arreit. De aquí en más, ya no parece haber más espacio para la ingenua felicidad y la fe en el progreso, las novelas estarán más cercanas a las distopías que a las utopías.

A partir de 1982, con la publicación de El último hombre, de Raúl Blengio Brito, la característica dominante en las obras es la crítica social, la degradación humana y la alienación, aún cuando hay espacio para todo tipo de temas: la realidad, la identidad, el conocimiento, etc.

Con el retorno a la democracia, en 1985, se abrieron nuevas posibilidades de expresión y los uruguayos, de alguna manera, recuperaron la posibilidad de decir cosas que antes estaban vedadas. Hubo una explosión de publicaciones, motivadas no tanto por una mejora en las condiciones económicas a nivel de las editoriales, sino más bien por la oportunidad y la necesidad de manifestarse. El tema político fue central, y se advirtió tanto en libros como en revistas, semanarios y diarios.

En la novela histórica se propone una reinvindicación de los vencidos, la poesía, además de experimentar un nuevo impulso de libertad formal, adquiere a menudo un alto grado de compromiso social y de replanteo de temas, lo mismo que en los libros testimoniales, históricos, y también en la literatura femenina. Ocasionalmente incluso, al decir de Margarita Carriquiri, en la novela policial o negra, "el transfondo de la dictadura sirve (en Trujillo y en Prego) para el descubrimiento de una ciudad que disimula dramas y crímenes terribles". Lauro Marauda destaca en la literatura fantástica temas como la deshumanización, el sexo, la violencia, etc. ¿Pero qué pasó en el campo de la cf? La pregunta no es fácil, porque si la dictadura no siempre es trasladada a la ficción, menos esperable es que lo sea a la cf, que se alimenta de tópicos propios, suele tener un carácter universalista y se sitúa por lo general en el futuro. Por lo tanto, el hecho de que no aparezcan demasiadas referencias a la situación histórica derivada del gobierno de facto no implica una omisión. Sin embargo, como la cf uruguaya se extiende sobre todo a partir de la reinstauración democrática, el punto es pertinente.

En 1989 surgen las primeras revistas: Diaspar y Smog. Estas publicaciones no se refieren directamente a la dictadura, pero es de resaltar que todo lo que se ve en ellas, de alguna manera, implica un rechazo de la misma. Al tiempo que subrayan la necesidad de expresarse, para superar la realidad cotidiana, se deslizan referentes que implican una toma de posición. En el editorial de Diaspar, por ejemplo, se menciona al pasar a un ex-presidente de la República, al que comúnmente se asocia a la derecha, llamándolo :.."pachequito comecarroña". También se incluye, como broma, a Fidel Castro en carácter de corresponsal en Cuba. Smog, por su parte, en el editorial imagina un encuentro con un personaje asociado a la libertad de expresión, y contrario a cualquier gobierno que se imponga por la fuerza: el mismísimo John Lennon. Además, este número incluye un relato de Julio Faget, donde con buen oficio e ingenio, se plantea "la línea divisoria" que puede existir (dentro de un mismo individuo) entre "el sargento" y "el hombre".

En 1991 nos encontramos con la primer novela post-dictadura: Ganadores, de Tarik Carson, editada por Proyección. Aquí hay que hacer algunas precisiones. Carson reside en Buenos Aires desde 1976, y esta novela, ambientada en un escenario futurista de esta misma ciudad, es publicada por primera vez en Argentina por la revista Cuásar en 1989, con el título "El estado superior de la materia". La versión de Proyección supone una ampliación. Es decir, que probablemente, si hubo una influencia del medio político, más que del lado uruguayo debemos buscarla del argentino, ya que incluso la violencia en este país fue mayor. De cualquier manera, el hecho concreto es que Carson se fue de una dictadura para meterse en otra, en un momento de su vida —a los 30 años— donde podía tener el suficiente espíritu crítico como para hacer una lectura del tiempo que le tocó vivir. Como era lógico esperar en este buen escritor, sus vivencias no se trasladan a la novela de forma mecánica, ni panfletaria, lo que le permite señalar que no importa que antes haya habido un gobierno de "emergencia nacional", y ahora estén "los hombres de empresa y sus banderas de libertad". "...Todos nuestros problemas surgen por esta condición humana". Vemos que en Carson la dictadura deja su huella, pero la lectura no es ingenua. El escritor ha sabido ver más allá. Por eso su narrativa —que además arrastra influencias onettianas y arltianas— es cruda y desencantada. Él sabe que los sistemas y las instituciones no son nada sin los hombres. Cuando en 1992 aparezca en Axxón Océanos de Néctar, ya no se hablará de gobiernos de "emergencia nacional" ni nada por el estilo, lo que no será inconveniente para que aparezca la figura del torturador. Este personaje, que es uno de los más trabajados en la novela, sirve al "Sistema" y realiza su labor sin emoción, simplemente aplicándose de manera profesional a la tarea que le provee el sustento diario. Aunque la acción se desarrolla en Marte, el narrador nos señala que el funcionario es oriundo de una ciudad de la Tierra que determinó su formación espiritual: Buenos Aires. El gobierno lucha contra los rojos "de la utopía inconformable"; cada cierto tiempo compra a los líderes de estos grupos, hasta que sus seguidores advierten la estafa y los derrocan por traidores, entonces suben nuevos líderes que se vuelven a vender...y así hasta las nauseas.

En 1993 se publica Zack, de Ana Solari. Nuevamente la gente sufre de un gobierno que viola los derechos humanos. Sin embargo, algunos individuos procuran vivir normalmente, buscando eludir el peso de la historia, aferrados a una rutina o inmovilidad que les da cierta seguridad. Podría interpretarse este tiempo congelado como una característica del podermodernismo, pero también es posible reconocer al propio Uruguay, que durante mucho tiempo estuvo instalado en el imaginario colectivo de sus habitantes como un sitio donde nunca pasaba nada, o donde todo era muy lento.

A medida que nos alejamos históricamente de la dictadura, menor es su influencia, pero esto depende también de los autores. Los siguientes puntos de interés en este sentido se ubican en el 1999 y en el 2005, con sendas novelas en las que —además de otros temas— se plantea el exterminio de los charrúas por Rivera, uno de los "próceres" de la patria que nunca recibió la crítica del gobierno militar. Me refiero a El País Limpio de María Ferrer, y a El Reino de Candanga, de Domingo Trujillo. Estas obras se toman revancha con el silencio, de forma similar a como ocurrió con la novela histórica post-dictadura.

En materia de revistas, es de resaltar el altísimo grado de politización que ha tenido la última revista de cf; Días Extraños, que además de encarar una propuesta contracultural, apunta directamente al gobierno imperialista de Bush.

Roberto Bayeto, el autor uruguayo con mayores posibilidades de proyección internacional, hace aparecer en distintos relatos, y en novelas, la figura de Stalin III como máximo representante del "neo-comunismo". Hasta ahora este personaje sólo lo hemos visto como mera referencia; a veces aparecen citas de él mismo. Seguramente en un futuro no muy lejano se publicarán novelas todavía inéditas, donde se insiste en esta línea. Un excelente cuento titulado "Monstruos", ambientado en este peculiar universo, fue el que le permitió a Bayeto asistir a Francia en el 2004 como artista invitado a la convención Utopiales, y participar de la antología que se editó en la oportunidad.

Este breve repaso nos muestra claramente que la cf uruguaya no ha eludido los contenidos políticos, y que como comprendió Goorden —a propósito de la cf latinoamericana— ha centrado su preocupación en el hombre y su problemática social. Naturalmente que hay excepciones, pero es lógico. Sería ridículo pretender que siempre se asuma una actitud políticamente comprometida, al fin de cuentas, los problemas individuales o de orden ontológico, por no mencionar sencillamente a la aventura y el misterio, también hacen a la felicidad del hombre.


Cronología de los libros y revistas de cf uruguaya:

- 1898- El Socialismo Triunfante- Lo que será mi País dentro de 200 años (novela, Francisco Piria).
- 1910- El Hombre artificial (novela, Horacio Quiroga).
- 1976- El Planeta Arreit (novela, Horacio Terra Arocena).
- 1977- Ciencipoemas - La computadora dijo basta (poesías, Enrique Elissalde).
- 1982- El último hombre (novela, Raúl Blengio Brito).
- 1988- Trantor (fanzine de cf).
- 1989- Diaspar núm.1(revista).
- 1989- Smog núm.1 y núm.2 (revista).
- 1991- Ganadores (novela, Tarik Carson).
- 1992- Océanos de Néctar (novela, Tarik Carson).
- 1993- Zack (novela, Ana Solari).
- 1993- Zack-estaciones (relatos, Ana Solari).
- 1994- Llegar a Khordoora (relatos, Carlos María Federici).
- 1994- ¡Atacad, insectos!, dijo El Señor (relatos, Ramiro Sanchíz).
- 1995- Diaspar núm.2 y núm.3 (revistas)
- 1996- El sitio donde se ocultan los caballos (novela, Ana Solari)
- 1997- Hackers (novela, Roberto Bayeto).
- 1997- Lavado en Seco (novela, Claudio Pastrana).
- 1997- Cómo se llegó al planeta NEBO (novela, Solano Pastrana).
- 1998- Apuntes encontrados en una vieja Cray (novela, Ana Solari).
- 1999- El país limpio (novela, María Ferrer).
- 1999- Evangelio para el fin de los tiempos (novela, Ercole Lissardi).
- 1999- En un mundo de olores distintos (novela, Roberto Bayeto).
- 2002- Rosa del Tercer milenio y otros cuentos (relatos, Juan Grompone).
- 2003- Días extraños 1 y 2 (revista ).
- 2003- El ataque (novela, Eleuterio Fernández Huidobro).
- 2004- Guía para un universo (novela, Natalia Mardero).
- 2005- El reino del Candanga (novela, Domingo Trujillo).


Ilustrado por Valeria Uccelli
Axxón 160 - marzo de 2006

 
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