Paseo Estelar: Camaradas. EE.UU. 2011. Serie creada y desarrollada por Tyrone Moosey y Pablo Penwin. Producida por Moosey, Penwin y Austin Wallaby. Con Larry Lightweight, Alan Whickers, Eddie Busone, Helena Rust-Bucket, Sarah Peanutsmuggler, Trixie Creampie y Fanny Adams. 26 capítulos de media hora)

A mediados de los 60, una serie creada por Barry Genesplicing asomaba en las pantallas televisivas norteamericanas. Se trataba de la clásica y original Paseo Estelar, con los personajes que todos recuerdan: el capitán Lemuel J. Kooper, el doctor Emil "Flesh" Gordon, la sensual teniente Sanibonani, el afable jefe de máquinas Peter "Aussie" Taimagteacht, los pilotos Josef Mudack y Chipatama Kusobaba y, por supuesto, el inefable falconiano Mr. Valag. Tristemente, la serie no tuvo éxito y se canceló luego de tres temporadas bastante desparejas. Fue gracias a las repeticiones que la serie se convirtió en un fenómeno "de culto" y formó su enorme y conocida comunidad de fans (los "strollers").

Pero aún así debieron pasar veinte años para que apareciera la segunda encarnación de la serie, Paseo Estelar: La nueva tripulación. Muchos strollers no la terminaron de aceptar del todo, y en cierta manera tenían razón, ya que salvo el Capitán Louis-Nicholas Çapeutêtre y el androide Facts el resto del elenco bien podría haber sido reemplazado por marionetas que tanto daba. Sin embargo, la serie se afianza, quizás apoyada por las numerosas películas cinematográficas protagonizadas por el elenco original.

La muerte de Genesplicing marca un cambio rotundo en Paseo Estelar. Se hace cargo de la serie su secretario, el odiado Trevor Trussa, quien comienza a transformarla en una franquicia, al punto que en un momento hay cuatro series que llevan "Paseo Estelar" al comienzo de sus nombres (la ya mencionada La nueva tripulación más Estación Cívico-Militar 9, Volviendo a casa desde muy muy lejos y La Amenaza Proteínica). Todas estas encarnaciones fueron dejando un sabor amargo en los strollers, que veían que la serie que amaban iba transformándose en algo muy diferente a lo que conocían (y, para peor, que mutaba según los caprichos del rating y de un "comité creativo" encabezado por Trussa).

Luego vendría la curiosa precuela Venture, que pretendía que uno creyera que la tecnología obviamente superior de esta nave era previa a la ridículamente tosca de la serie original, y el desastre que fue Academia de Pilotos. Esta última encarnación fue la gota que colmó el vaso y el 17 de marzo de 2004 un grupo de enfurecidos strollers linchó a Trussa a la salida de un restaurant de Los Angeles.

Por eso resulta extraño que ahora vuelva a insistirse con una nueva Paseo Estelar. Y que, ¡encima!, sea una sit-com.

Curiosamente Camaradas comenzó bastante bien y hasta es posible que sea el aire fresco que la franquicia necesitaba. Por lo menos ha perdido ese aire de pomposa seriedad tan característico de las encarnaciones de la "era Trussa" y vuelve a no tomarse tan en serio a sí misma (como uno ve en los episodios de la serie original, en los que se nota que los actores se están divirtiendo con lo que hacen).

Camaradas comienza con todos los recursos clásicos de este tipo de comedias: El joven Relnak (Larry Lightweight), un falconiano mucho más atildado y lógico que sus congéneres viaja rumbo al planeta Bahookie por cuestiones laborales. Durante el viaje tiene que sentarse junto a Barf (Alan Whickers), un klangor bastante sucio y algo irritante. Obviamente, a los pocos minutos ambos se odian mutuamente. Al llegar a Bahookie descubren que, debido a la sobrepoblación planetaria, el gobierno de la Mancomunidad Galáctica les ha asignado el mismo departamento. Además, descubren que existe un tercer ocupante del lugar, el humano Tony Arruso (Eddie Busone), un muchacho dicharachero y bastante mujeriego. A este trío masculino se le suma otro femenino, integrado por las vecinas de enfrente. Charva (Helena Rust-Bucket) es una fedora inquieta, histérica y maniáco-depresiva, Glesgakiss Nadgers (Sarah Peanutsmuggler) es una spazz vegetariana y adicta a las doctrinas new-age y T'Agnut (Trixie Creampie) es una falconiana regordeta y muy tímida que ni bien ve al pobre de Relnak se enamora perdidamente de él pero no se anima a encararlo (no nos olvidemos que la sociedad falconiana es matriarcal y el cortejo lo hacen las hembras de la especie). Y, por último, completando el elenco está la casera/encargada del edificio, la irascible pero amorosa morlock Padirsenis (Fanny Adams).

Como podrán imaginarse, Camaradas trata sobre la convivencia de los tres disímiles muchachos en un pequeño departamento ubicado en la zona más bohemia de Nueva Chillax, sus relaciones con las alocadas vecinitas y la temible pero adorable casera, los posibles amoríos y enredos que puedan surgir, etc. Los guiones apelan a la inteligencia del espectador y los gags son buenos y efectivos aunque quizás algunos chistes pueden resultarle crípticos a los que no son strollers (por ejemplo, en el segundo episodio Glesgakiss le comenta a Barf que en la clase de historia vio unos videos en los que los klangores no tenían la característica cresta ósea que adorna sus cabezas desde la nariz a la nuca y Barf le contesta "Cashate tarada porque me viá a calentar mal y te viá cortar el gañote con mi kreplaj y no quiero porque hoy no es un güen día pa' matar, ¿'tendistes pelotudita?", comentario que hace referencia al episodio 637 de Estación Cívico-Militar 9 donde un diálogo similar se da entre el sargento Kunt y el comandante Ishmael Frisco, claro que con tonos de tragedia), pero en general el humor de la serie apela a un público más masivo que los fans rabiosos de la franquicia.

Dependiendo de cómo vayan los ratings de Camaradas es posible que se realice Shlemiel & K'lutch, el otro proyecto de Moosey y Penwin para Paseo Estelar: un policial negro en el que una heterodoxa pareja de detectives de un sucio precinto de los confines de la Mancomunidad Galáctica combate con sus eclécticos y no siempre legales métodos a la temible organización delictiva conocida como "El gremio de Antares". Ojalá así sea y Paseo Estelar salga finalmente del lodazal de oprobio en el que Trussa y sus acólitos la pusieron.

BASIDIO RICKETTSIA