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Andernow
Waquero
CONTENIDO
TEATRO DE REVISTAS
      Harvest Breed
JUEGOMANÍA
      Dungeon Siege
      Sheyla - The Red Exquisiteness
VAYAMOS POR PARTES, FRANKIE
      La Pared Delgada, Waquero
LA LUNA DE HUESO, La Strega
      Las casas embrujadas
LA LUNA DE PAPEL, La Strega
      La Luna de Miel: Cuando tu amor titila
EL LABORATORIO DEL DOCTOR ELEPHANT, EskorPia
      Sakura Card Captor
CUENTO: Dos Demonios, Alexis Javier Winer


—Empujá un poco la mesa para acá Guanaco.
—¿Así está bien?
—Tené cuidado con el jarrón...
—¿Qué jarrón... ? ¡Uy! Perdoná... ¿Era caro?
—No, idiota, era usado. Se lo compré a un tal Ming.
—¿Me explicás qué estamos haciendo?
—No.



TEATRO DE REVISTAS

De vez en cuando, DC nos sorprende con algún especial que, por su calidad artística, justifica editarse en tapa dura. Este es el caso de Harvest Breed, una novela gráfica de Batman escrita e ilustrada por George Pratt. Lo primero que nos atrapa al abrir la edición es su fantástico arte, pero adentrándonos en el relato también nos encontramos con una historia sumamente interesante. Hace seis años, una serie de horribles asesinatos golpeó a la gente de Gotham City. A pesar de los esfuerzos de la policía y del propio Batman, los crímenes permanecen sin resolver.

El asesino ha regresado y Batman tiene una oportunidad de reivindicarse, a pesar de que la persecución del criminal no será nada fácil, con pistas que involucran la religión, una niña con poderes y hasta los campos de guerra de Vietnam.

El guión de Pratt es muy bueno, con detalles realmente interesantes, aunque a veces es irregular en su narrativa. En general, la historia es muy original y Pratt nos presenta en ella a un Batman que duda de su capacidad al encontrarse con un asesino que tiene un particular modo de operar. Se destacan las escenas en las que se explica el origen de los poderes de la niña que ayuda al Hombre Murciélago en la resolución de los crímenes y en el que esta involucrado su padre, un ex combatiente de Vietnam.

Por el lado del arte, y más allá de cumplir considerablemente con su rol de escritor, es donde realmente se destaca Pratt, utilizando distintas técnicas para crear una obra de una calidad fantástica y en la que cualquier adjetivo queda chico cuando se observa en detalle las ilustraciones.


—¿Qué hacemos de comer?
—¿Para la fiesta?
—No Guanaco, para la trepanación de Agudo... Sí, salame. Para la fiesta.
—Ah. Bueno, por mí dale galleta marinera y agua de la canilla.
—No, de tomar le pido a Karina que prepara unos licorzotes caseros feten-feten. Fijáte en esas botellas, pero con cuiiiiidaaaaaadooooooo...
—Che, qué frágiles que son estas botellas. Se rompen de nada.
—Sos un animal, Guanaco.
—¿Recién te das cuenta? Sput...


JUEGOMANÍA

Dungeon Siege

Imagináte un mundo de antorchas oscilantes y paredes de cuevas rotas. Débiles puentes de madera que cruzar sobre valles y bosques. Ruinas de castillos en llanos, perfectos para explorar, aldeas pequeñas a orillas de los lagos, arañas en los techos. Extranjeros curiosos en las tabernas, bosques oscuros y piedras milenarias y cubiertas de musgo, la mayor parte del país con niebla... ¡Esto es Dungeon Siege!, el nuevo Action-RPG de la compañía Gas Powered. Publicado por Microsoft, es notable de dos formas: Primero porque muestra convincentemente lo que acabo de describir y lo convierte en un título bastante jugable y Segundo porque da a los jugadores una interfase limpia, sin tantos iconos, que ayuda a acostumbrarte rápido al mundo inexplorado que vamos a visitar.

Además el titulo es muy fácil de jugar, te absorberá horas y horas con las misiones que debés terminar, monstruos que tenés que derrotar y por si fuera poco, no solo manejás un personaje sino que podés manejar ¡hasta cuatro personajes al mismo tiempo!, logrando un equipo casi invencible.

La acción empieza en el reino de Ehb, una pequeña provincia cerca del mar, rodeada por un anillo de bosques. Por generaciones el reino ha vivido en relativa paz y tranquilidad. Los jugadores empiezan como granjeros con sólo unas ropas y una pala, o "pitchfork", como arma. Una raza llamada los Krugs ha atacado, sin motivo alguno, la frontera de Ehb, y pronto te encontrarás peleando por todo el camino para llegar hasta Stonebridge, que es otra Villa donde encontrarás más personajes y más misiones que terminar.

El juego está totalmente en 3D, lo que significa que el jugador tiene todo el control sobre la cámara, haciendo acercamientos o alejándote para ver a tus alrededores, los obstáculos se vuelven translúcidos, por lo cual no tendrás problemas si algún krug se te esconde detrás de ellos. Después de un rato jugando ya podrás manejar esto a tu antojo.
Entonces, a partir de ahí veras toda la belleza de Dungeon Siege en plenitud, y no lo vas a ver tan "plano" como otros juegos de 2D (como Diablo II, por ejemplo). Aquí realmente tenés un mundo que explorar, puentes en donde se ven las profundidades de los abismos, Torres llenas de historias y misiones que completar. Todos los edificios tienen sótanos que indagar, calabozos a los que podés revisar de arriba a abajo y el famoso bosque de Ehb, que en verdad es inmenso. Además, las áreas en Dungeon Siege son únicas, ya que están creadas de antemano y no generadas aleatoriamente.

Gráficamente, Ehb es rico en detalles. Los bosques también están muy detallados, la niebla, edificios y movimiento de los personajes son bastante bellos y bien hechos, además de que los sonidos cambian dependiendo de la situación en que te encuentres, y por si fuera poco la música esta producida por el veteranazo Jeremy Soule, que trae fama desde Total Annihilation más Icewind Dale, por lo que nos da un sello de calidad.

Hasta que no lo juegues no vas a saber realmente de lo que estoy hablando. Para ser sincero, esto no es Baldur's Gate, que tiene complicadas historias o decisiones difíciles de tomar, lo cual afecta enormemente el juego. El énfasis de Dungeon Siege es Acción y Exploración, y cada detalle del juego está realizado para facilitar esta meta. Para que sepas a cuál se parece el juego, te diría que es muy parecido a Diablo II, pero con todas las virtudes de un juego en 3D, además de que controlás a varios aguerridos aventureros. También la magia se utiliza de diferente manera. Por Ejemplo:

Inventario: Manejarlo es muy fácil, con un solo botón podés reacomodar todas tus cosas para hacer más espacio. También con un solo botón podes ver el inventario de todos tus personajes y así intercambiar ropas, armas, magias, etc. Además, si querés traer más cosas con vos, simplemente alquilate un burrito y traételo con vos para cargar más cosas, lo cual es bastante práctico, ya que son cuatro personajes los que estás manejando al mismo tiempo.

Pociones: Dos botones en la interfase hacen que tus personajes con baja sangre (vida) tomen sus pociones para regenerar esa sangre y esa magia. Y solamente toman lo necesario, devolviendo lo demás a su inventario. Esto también es muy útil, porque no tenes que aprenderte combinaciones de teclas para tomarlas.

Mapa: Imagináte la vista de Satélite que ofrece el mapa de Dungeon Siege, además de que te muestra tu ubicación, también te muestra los objetos que has dejado en el suelo, y además te reorienta si te perdiste (cosa que suele pasar).

¡No hay tiempos de carga!: Cuando el juego ha terminado de cargarse, cuando cambias de sitio en sitio (como en otros juegos) ya no tenés que volver a cargar ningún mapa, por lo que no tenés que detenerte en tu búsqueda de oro y aventuras.

Municiones: ¿Cuáles? En Dungeon Siege no tenés que comprar flechas ni reparar tus armas, todo lo contrario, tenés que juntar mucho dinero para comprarte cosas mejores, sin preocuparte de que se te vaya a terminar la durabilidad de tu arma. ¡Cómo siempre lo habías querido!

Desarrollo de tus Personajes: Las habilidades son cuatro: "Melee Combat", "Magic Combat", "Missile Combat" y "Nature Magic". Por lo cual no tenés que especializarte en una sola arma, como la espada o el hacha. Hasta la pata de una mesa, todas son del tipo "Melee Combat". Además, no te preocupes con la experiencia o en asignar habilidades a tu personaje, ya que éstas se ganan automáticamente, dependiendo del tipo de trabajo que le hayas dado. Es decir, que si lo pusiste de arquero, ganará experiencia con el arco además de que en sus status subirá primero el de Destreza e Inteligencia antes que los demás.

Inteligencia Artificial de tu Grupo: En esta parte es lo que hace que Dungeon Siege sea por mucho lo mejor de lo mejor, ya que tus personajes se acoplan a como vos los quieras tener, en posiciones de defensa, ataque, trampas, etc., moviéndose a la par de tus necesidades y reaccionando a cada tipo de dificultad que encuentran. Si a un personaje le has enseñado a curar, en el momento que alguno de los otros pierda sangre él automáticamente lo curará.

Inconsciente y Muerte: Otra vez, como te dije en un principio, este juego está dedicado a que tengas diversión y explores todo el mundo, es decir, que si tu sangre baja al límite, en realidad no morís, sino que aparecés como espíritu, dándote la oportunidad de regresar en un cierto tiempo a un estado normal y seguir la aventura. A este estado se le llama Inconsciencia, pero si a todos tus personajes les baja a cero la sangre, entonces sí te morís y tenés que reiniciar desde el último punto donde salvaste.

En fin, el juego es muy interesante. Además de poder crear un grupo de personajes, que es la parte fuerte de Dungeon Siege, si te gusta ir solo podés tratar de acabar el juego con un solo personaje, podes hacer formaciones de tu grupo como si estuvieras en AoE, como defensa, ataque, etc. Eso depende de cómo querés desenvolverte en el juego y, además, si querés contratar más gente a tu grupo. En este review el juego aun le falta la parte de Editar tu propia Aventura, además de que suena muy prometedora la parte de Multiplayer y me atrevo a decir que podría ser el "Diablo-Killer" que estábamos esperando. A partir de Junio del 2002.


Dungeon Siege

Sheyla - The Red Exquisiteness

Venus-Add ,que en otras épocas se especializaba en juegos de consola, hace algunos años comenzó a dedicarse a los juegos de PC y ahora nos sorprende gratamente con The Red Exquisiteness, un juego de ingenio en el que Sheyla es nuestra anfitriona todo el tiempo.

Un respiro, por fin, lejos de casas embrujadas o laboratorios manipulados por doctores un tanto colifas, el encanto y la seducción nos permite de forma serena desarrollar nuestra acalorada inteligencia con dispares rompecabezas.

El engine es un poco antiguo, similar al de Riven. Sin embargo lo más logrado en este juego es la atmósfera sensual y cálida. Como dije anteriormente, Sheyla, con un marcado y encantador acento francés, nos da claves y pistas para llegar a su alcoba, pero antes debemos pasear por las distintas habitaciones en donde, con un poco de astucia, podremos presenciar a distintas féminas en variadas situaciones. El humor también está presente en este juego, ya que algunos puzzles tienen times que nos obligan a resolverlos dentro de un lapso determinado. En caso de pasarnos veremos imágenes no precisamente de las más sensuales, como por ejemplo el gordo trasero de un recolector de basura o una simpática vaca alcohólica.

Otra particularidad es que dentro del juego hay otros, como en la habitación roja (Room Rouge), donde encontraremos un tetris erótico.

Finalmente, al llegar al cuarto de Sheyla deberemos contestar un interesante cuestionario, que provocara en la diva distintas reacciones, hasta caer seducida en nuestros brazos.

Con ocho iconos muy similares entre sí en la parte superior de la pantalla, podremos resolver hasta el final esta erotizante aventura.

—¿A vos te parece que esto va a resultar?
—Sí. Sino no lo haría.
—A mí me resulta un poco molesto.
—Lo que pasa con vos es que sos un impaciente, y además...
—No soy impaciente, y apurate a decirme lo que tenés que decir.



VAYAMOS POR PARTES, FRANKIE

En esta nueva sección pondremos mensualmente una novela en capítulos, por pedido del publico, que extrañaba esa incertidumbre de la espera por saber qué va a pasar.

La Pared Delgada
by Waquero

Prólogo

Era un verano por demás tórrido allá por los 60, en un pequeño pueblo de Maine con el impropio nombre de Springwater, en el que me hallaba cubriendo una insípida y mal pagada nota sobre una inusitada reaparición de oro en una mina abandonada hacia cuarenta años, cuando me tocó vivir una de las experiencias más pavorosas de mi vida.
      De la cual es la primera y última vez que hablo.

Capítulo 1 - Springwater

Después de un abatidor viaje de catorce horas en bus me recibió Springwater, un típico pueblo del oeste con casas bajas, la mayoría de madera. Luego de que un obeso y cansado conductor me entregó mi maleta observé el burdo mapa que me habían dado en la redacción de mi periódico y caminé las dos calles que me permitieron llegar a la pensión de la señorita Harris.
      Era una construcción antigua, de dos plantas, con la madera carcomida en su porche tanto como en casi todo su interior. Quedaba a un tiro de piedra de la calle principal, casi en las afueras del pueblo. Su aspecto era tan deprimente como se podría esperar, en perfecta conjugación con la cara de buitre de mi amable encargada, que reía todo el tiempo por cualquier cosa con una risilla cloqueante, como si se lo hubiese recetado el medico como fórmula primordial para vivir unos cien años más (que sumados a los actuales le daría digamos... unos doscientos en total).
      —Nunca —graznó mientras subía con movimientos artríticos la escalera hacia el piso superior— hemos tenido un periodista entre nosotros, i-iiii-iiii. Sin embargo tiene a Vera Lahiter, que permanentemente está informada de todo lo que ocurre en el condado. Por supuesto que ella es una vieja chismosa y a mí no me importa cómo se entera de las cosas, yo no me meto en la vida de nadie... No como hacen los Benson de la parte baja del pueblo, la última cabaña al pie de la colina, que son un matrimonio con dieciséis hijos y por lo que parece tendrán hijos hasta que se congele el infierno, y todos ellos más metiches que cualquiera, y jamás me intereso a pesar de que siendo negros me parecen una familia muy normal, sólo que no pueden dejar de meterse en todo y divulgarlo todo como el viejo Tobías Hercher, que si bien le falta un ojo le sobra oído, ii-iiii-ii..., o como...
      Dejé que el flujo de palabras chorreara por mis sentidos, asintiendo ocasionalmente con la cabeza y tomando como referente el sonido de gallina agonizante que representaba la risa de la anciana.
      Llegamos a mi habitación, que no era tan desagradable como correspondía al resto de la casa. Estaba conformada por un cuarto llano con una ventana sin cortinas que daba a la calle principal, una cama de bronce con ruidosos tirantes de metal, una pequeña mesa tipo chipindale y una moderna aunque desvencijada silla de roble. Sobre la mesa descansaba una jarra con agua y una palangana, ambas de autentica porcelana antigua. Sorprendentemente, todo el cuarto resplandecía de limpio.
      Nos hallábamos en el dintel, y como la señorita Harris no decidía irse y yo estaba resuelto a no darle material para sus comentarios, desvié su atención sobre mí, preguntando por los demás inquilinos.
      —No debe preocuparse por ellos, señor Norton, son sólo dos: Es el alguacil Tom Kandell (las veces que esta sobrio claro está, si no duerme la mona en las celdas de su despacho) y la señora Virginia Clagger y su marido, el que se parece al senador Johnson, claro que sólo se le parece... ii-iiii-iiii. Pero el señor Clagger casi nunca nos acompaña. —Y agregó en un tono confidencial—: Él es corredor de la firma General Electric, sólo aparece ocasionalmente por aquí... por las noches.
      Un ruido pesado, como el de algo rodando, provino desde la habitación de al lado. Miré inquisitivo a la vieja pero ésta se hallaba con la cabeza ladeada, como escuchando. Como el ruido no se repitió, la vieja se despidió con un guiño cómplice, que no entendí, y se alejó, no sin antes dirigirme una mirada perversamente divertida que terminó en su exasperante carcajeo.
      Una vez que hube desempacado me dirigí directamente a cumplir mi trabajo. Luego de preguntar cómo llegar, pasé toda la tarde en esa desvencijada mina en la cual había tanta posibilidad de encontrar oro como estaciones de gasolina en la luna. Pero la sofocante y húmeda oscuridad de la mina y el calor de la luz solar de las afueras del pueblo hicieron que recibiera la noche como un bálsamo perteneciente a alguna antigua deidad.
      Un buhonero me devolvió al pueblo. El único lugar donde comer algo era un bar llamado El Corcel Gris, donde una veintena de parroquianos bebían, envueltos en una nube mezcla de humo de cigarrillo, cerveza y olor a fritanga. Me pedí una hamburguesa y una cerveza oscura, que para mi alegría se hallaba helada, a una camarera que no tendría más de diecinueve años y sólo aparentaba cuarenta. Estaba comiendo cuando una voz levemente gangosa me habló.
      —El señor Norton, supongo. —Lo dijo en el mismo tono que el conejo Bugs Bunny decía "El doctor Livingston... supongo".
      Se me hacía difícil contener una mueca mientras levantaba la vista, pero me controlé enseguida cuando vi, colgando a la altura de su cintura, una pistola en su funda, la placa del alguacil en su pecho y finalmente su cara, que parecía fuera de lugar, como si alguien hubiese puesto en el cuerpo de un policía el rostro un tanto desorbitado del borrachín del pueblo. La botella de cerveza en su mano izquierda realizaba aún más el montaje.
      —Alguacil Kandell —deduje de inmediato—. Por favor, siéntese.
      —Sólo si quiere que lo haga —contestó ufano.
      —Por supuesto. ¿Puedo invitarle un...? —Miré dubitativamente la estrella que brillaba nubladamente en su pecho sin decidirme a preguntarle si estaba fuera de servicio o no. Y como si se tratara de una acusadora mancha, cubrió la placa con una mano y se sentó. Tuve la sensación de que al alguacil Kandell no le importaba mucho en qué horario la ley y el orden le permitían beber.
      —Oh, por supuesto. ¡Maggy, trae otra cerveza! ¿Me conoce? Eso significa que la vieja gallina le habló de mí. Y si le habló de mí le hablo de todos... HeHeeeheee.
      Un sonido de tornillo oxidado que finalmente cede al ser aflojado era lo más similar a la risa del alguacil. Por un momento pensé que en realidad imitaba a la señora Harris, y finalmente comprendí que así se reía. Apuré mi cerveza y pedí otra desganadamente, preguntándome si todos en el pueblo reirían así y si al irme se me contagiaría.
      —De forma que la vieja Harris lo metió en la habitación de la pared delgada. —Empinó la botella con un movimiento casi marcial y bebió todo el contenido de un trago, extendiendo el dedo meñique con delicadeza. Al terminar con el líquido me miró algo divertido—. En su cara puedo leer que no sabe a qué me refiero. —Mi cara (espero) aún no podía revelar ningún pensamiento, ya que no había tenido tiempo de formular ninguno. Pero es verdad que la mención de mi habitación con el mote de "la pared delgada" me había despertado una leve curiosidad—. Bien — continuó—. La habitación en la que fue destinado y la que está a su lado eran una sola cuando el finado "Leg" J. Harris construyó la casa. Cuando murió, Areta decidió que si dividía el cuarto tendría otra posibilidad de ingresar dinero. Claro que no sabía que la mina se secaría como una pasa —concluyo sin gracia, vaciando la segunda botella de cerveza de un trago y tomando otra directamente de la bandeja que llevaba la camarera, antes que pudiera depositarla en la mesa contigua.
      La joven hizo un gesto de fastidio y volvió sobre sus pasos.
      —Ésa es la historia... De manera que sólo una delgada lamina de madera divide la habitación en dos... Se escuchan muchas cosas desde esa alcoba.
      —¿Quién habita la habitación contigua? —pregunté sin demasiado interés y un poco decepcionado. Como periodista solía pensar que cualquier ebrio que se me acercara lo haría con una jugosa anécdota que, modificándola un poco, se podría transformar en una novela. Pero antes de que pudiera responderme, los ojos acuosos del alguacil se fijaron en la puerta con una mira claramente salaz.
      Con una sonrisa que permitía ver su boca parcialmente desdentada, exclamó:
      –La Exuberante Señora Lagger.
      Volteé siguiendo la mirada de mi ocasional compañero cuando entendí la lascivia de alto octanaje de su mirada.
      Años después, ya entrados los 90, vi en unos anuncios una joven muy similar a la señora Lagger: era una modelo de nombre Anna Nicole Smith. Por supuesto esto no era una imitación forzada que me miraba sonriendo desde un cartel de Guess: era la vida real. Y a Virginia Lagger se la veía en toda su plenitud, rebosante de salud y una figura increíble. Su paso despertaba miradas de deseo y aprobación. La vi dirigirse a la barra con un cazo en el cual la camarera le serviría el guiso del día.
      Supe en ese momento que la Señora Lagger era algo serio. A su lado la famosa modelo parecería un camionero cenando.
      Cuando quise hacerle un comentario a mi compañero de mesa, éste había desaparecido de mi lado. Se hallaba abrazado a otros dos borrachines y los tres le aullaban a la señorita Lagger.
      Parecían una caricatura de Tex Avery.

Continuará...

—Yo insisto en que a la gente no le interesa esperar un mes...
—Guanaco, si a la gente no le interesa ya me lo va a hacer saber.
—¿Qué? ¿Mi opinión no importa?
—¡Ja!
—¡Sput!



LA LUNA DE HUESO

by  La Strega

—Hello Moony, hello Moony, pirirpiiiripipipiiiiiii...
—Miauuuuuu... ¿Estas loca, mi amorcito?
—No, para nada. Es sólo el efecto colateral de vivir en un departamento embrujado.
—No delires, amorcito, aunque te queda lindo... Pero si querés, ¡nadie mejor que yo para comentarte lo que es una casa embrujada! Conozco cientos de ellas.
—Bueno, yo... Una vez...
—Vos la única vez que te quisiste meter junto a nosotros a la casa embrujada del barrio te quedaste afuera porque no podías siquiera saltar la cerca.
—Uffffff... Mejor desaparezco, veo que no estás de humor.
—No, amorcito, dejáme que te cuente.

 

 

LAS CASAS EMBRUJADAS

En el silencio de la noche misteriosos ruidos incomodan mi sueño, es el llamado fantasmal de un ente errante que aún no se resigna a la perdida de su amada...

El fenómeno de las casas embrujadas se da en aquellas en las que se cometió un crimen o vivió alguien muy desdichado. Algunas de ellas se pueden reconocer por la cantidad de hechos sobrenaturales que se producen en su interior:

 

CÓMO RECONOCER LUGARES EMBRUJADOS

Muchas veces nos hemos enterado de casos inexplicables en los que el protagonista principal de la historia es un ser del más allá que vive en una casa.

En algunas ocasiones sólo se trata de sombras que atraviesan de lado a lado un corredor, la recámara o las escaleras de una vivienda, y que pueden ser observadas por unos cuantos segundos, pero los suficientes para saber con certeza que fue lo que se vio.

En otras se escuchan ruidos, golpes, gemidos y otros sonidos, pero al buscar la fuente de los sonidos es imposible encontrarla. Estos ruidos son escuchados la mayoría de las veces por casi todos los habitantes de estas viviendas.

También es común que diversos objetos desaparezcan y vuelvan a aparecer posteriormente en un lugar distinto, o que los muebles y otros ornamentos sean colocados en lugares distintos a donde sus propietarios los colocaran originalmente.

Lo más escalofriante es cuando estos hechos superan lo anteriormente expuesto para dar paso a lo que comúnmente se le da el nombre de apariciones, ya sean éstas de un alma en pena, un duende y hasta un demonio.

Muchos de estos casos se registran en las que comúnmente se les llama casas embrujadas. En la mayoría de los casos es a uno de los que habitan allí a quien le suceden más cosas inexplicables.

Existen muchas personas que sostienen que cuando las puertas se abren solas, se escuchan ruidos extraños y se mueven los objetos de lugar sin explicación alguna se trata de un fenómeno llamado "Poltergeist", que está enmarcado en la parapsicología y no en lo sobrenatural.

Un "Poltergeist", según los parapsicólogos, es una manifestación de "telekinesis" que es generada en el subconsciente por uno de los habitantes de esa casa. Por lo general es el más joven el responsable, aunque él mismo lo ignore.

Según los parapsicólogos este fenómeno se debe a que estos jóvenes desean que se les preste atención, o porque pasan por alguna crisis emocional demasiado profunda que temen exteriorizar. También puede ser debido a un trauma que cargan con ellos y que no ha sido atendido. Es más común cuando entran en la etapa de la pubertad.

Otra explicación que se pretende dar es la referida a "La manifestación de la energía". Según se explica, la energía que tiene el ser humano es capaz de exteriorizarse y quedar impregnada en los objetos que toca, incluso en los que lo rodean. Los más fuertes serían el amor, el odio, la angustia y el miedo. Por ejemplo, si alguien se encuentra en una habitación y le sucede algo que altere su estado emocional de manera exagerada, esta energía que exterioriza es lo suficientemente poderosa como para quedar impregnada en las paredes y objetos de la habitación. Allí puede quedar presente por un tiempo indefinido. Si por alguna razón una persona entra en esta casa o habitación y tiene una intuición y percepción desarrolladas, es capaz de sentir y hasta visualizar la energía que se encuentra almacenada.

Otra de las explicaciones que se da a estos fenómenos, y es la más conocida por la mayoría de nosotros, hace referencia a personas que murieron y por algún motivo no pueden descansar en paz y tratan de alguna manera de obtener la ayuda de los que aún nos encontramos en este mundo.

Son variadas las leyendas en las que se nos describe un aparecido que le pide a alguien que ejecute un mandato que no ha podido cumplir, para que de esta manera su alma pueda descansar. A veces informa que dejó una cantidad de dinero enterrada o escondida en algún lugar de la casa y quiere que se lo desentierre. Y muchas historias más.

—Sorprendente, Moony. No sabía de tan vasto conocimiento.
—Y... la experiencia viene con los años, mi vida, y yo ya ando cerca de los 500.
—¡¿500?! ¡Qué bien se te ve!
—Sí, pero que no se enteren los chicos.
—¿Y sabes si en la Argentina hay casas embrujadas?
—Por supu... Cuéntote.

Cuando alguien decide escribir sobre casas embrujadas no es de sorprender que se suscite un dialogo telefónico así:

—Me dijo que usted está escribiendo sobre casas embrujadas. Bueno, yo tengo problemas...
—¿Qué tipo de problemas?
—Y, mire, tenemos un altillo... Usted va a pensar que estoy loca, pero algunas noches se escucha bien clarito cuando corren muebles y hay tintineos, como campanitas...
—¿Y qué tienen en el altillo?
—Nada. Lo limpiamos cuando nos mudamos, tiramos lo que había y no queda nada. Ahora pusimos la casa en venta. Le juro que los ruidos son insoportables, no doy más.

Llamaremos María a quien contó su problema con angustia. María, según dijo, tiene tres hijos chicos. Ella y su marido son profesionales y compraron con mucho esfuerzo hace cinco meses una casa en Barrio Norte que parece "encantada". Ahora la tienen que vender. Una bellísima mansión, aparentemente inofensiva. Ellos tienen miedo de no poder venderla, aunque se supone que la gente seria no cree en esas pavadas.

¿De verdad hay casas embrujadas en esta misteriosa Buenos Aires? De lo que sí tenemos algunas certezas es de que los fantasmas, al menos en otros países, venden mejor.

Bajo el título de Haunted Houses, The Sunday Times, de Londres, vende casas encantadas. Hay fotos, incluso, de las "mejores", donde los fantasmas fuman habanos o aparecen espíritus famosos, como la que perteneció a Joseph Conrad, donde el ama de llaves muerta hace 250 años se empeña en aparecer. Aunque es muy amable, según dicen.

Acá También

Entonces, si hay en Londres, ¿por qué no las habría en Buenos Aires?

Roberto Blanco Toselli, de la Inmobiliaria Toselli Fuentes, comento: "Hay muchas historias. Yo recuerdo una mansión en Loria y Carlos Calvo, construida en la década del 10. Parecía que nadie la habitaba, hasta que la demolieron en los 80. Bueno, en el barrio se decía que allí había ocurrido un crimen, que de noche se escuchaban cosas feas, incluso apariciones".

Blanco Toselli, como la mayoría de los entrevistados, señala a Belgrano como el barrio más fantasmagórico. No puede evitar hacer referencia a la actual embajada de Alemania, en Luis María Campos, pasando la iglesia de San Benito.

"Mire, la casa perteneció a los Blaquier, y hasta que se vendió parecía deshabitada. Nadie quería entrar, ni los chicos a buscar la pelota. Parece que hubo un crimen...", dice, y la verdad es que da miedo.

"Esa casa —dice el periodista e historiador Enrique Mario Mayochi— fue de la familia Tornquist, que la mandó construir. A principios de siglo se ofrecían grandes recepciones y era desde allí de donde partían los globos piloteados por Jorge Newbery. Después la compró un italiano de apellido Casullo y luego, los Blaquier." Parece que hubo una muerte, un crimen del que todos hicieron silencio. La casa finalmente se cerró, el parque se convirtió en una selva impenetrable. No se podía vender, hasta que la compraron los alemanes. Pero es una leyenda.

¿Será? Blanco Toselli arriesga otra teoría que escuchó de boca de alguien: la casa está supuestamente poseída, no por fantasmas, sino por demonios. Entre risas, cuenta: "Dicen que la iglesia de San Benito, que linda con la casa, era la única parroquia de Buenos Aires que oficialmente podía realizar exorcismos. Se cree que los demonios, como no pueden entrar en la iglesia, vagan por los jardines." Blanco Toselli jura que esto es una creencia y que a él se lo contaron: "Todos los vecinos creen lo mismo".

Mayochi, autor de "Belgrano, del pueblo al barrio", es un estudioso de la zona. Recuerda la mansión conocida como "El castillo de los Leones", en José Hernández y Luis María Campos.

"La hizo construir un italiano que inventó un sistema jubilatorio, estafó a medio mundo y desapareció. Se la conoce con ese nombre porque en efecto tenía leones y torretas tipo medieval. Esa casa fue comprada por los Lacroze. Parece que hubo un crimen, la gente decía que de noche se escuchaban ruidos de cadenas. Hay vecinos que juran haber visto el espectro de una mulata vestida de celeste, que incluso salía a la vereda. Se la llamaba la casa de los fantasmas".

Y escuchándolo a Mayochi es imposible no evocar los majestuosos cuentos de terror de Lovecraft y sus mansiones vecinas a la Universidad de Miskatonic, en Arkham.

"Alquilé una casa en Mar del Plata hace dos años. Era estupenda, excepto por las noches: el piano del living tocaba solo, todas las noches, y era de terror", dice Vilma, otro nombre de fantasía, por eso del pudor de "yo no creo, pero que los hay, los hay".

Porque en estas historias hay generalmente dos cosas en común: hubo un crimen del que se sabe poca cosa y siempre hay un sacerdote convocado para un exorcismo.

Raúl Mell, de Mell Propiedades, también tiene alguna historia para contar. "Una casa de Lacroze entre 11 de Septiembre y Villanueva tiene un predio para enterrar a los muertos. Viene de antes, claro, igual que la capilla, y dicen que allí escuchan ruidos extraños", cuenta.

Muertos, fantasmas, sacerdotes, pais umbandas dedicados a "limpiar" las casas, forman parte de estas historias pocas veces probadas.

Gladys Romero Areco, de Kantai Propiedades, pidió un día para pensar. Dijo que los compradores de casas antiguas no preguntan si hay fantasmas, pero interrogan al vendedor sobre las muertes recientes.

"Y... son difíciles de vender —dice—. En Palermo Chico sé de una propiedad que había sido de una mujer que no la quería vender. Finalmente ella murió en la casa y fue increíble: cada vez que estábamos por cerrar la transacción, algo pasaba. No había fantasmas, pero era mufa". Se vendió con mucho esfuerzo. Y lo más curioso es que nunca fue ocupada.

Porque los fantasmas son molestos y no se privan de impacientar a los demás. Si no nos cree, pregunte en la embajada de la República del Perú, en la Avenida del Libertador.

La leyenda —y el propio embajador— cuenta que de noche los muebles no dejan de sacudirse en el altillo de la vieja mansión. El historiador Roberto Elissalde recuerda que esa casa perteneció a la familia Solar Dorrego, cuyo último familiar tomó la decisión de suicidarse allí tras enterarse de que padecía una terrible enfermedad. "Dicen que el fantasma del pobre hombre ronda por la casa."

Elissalde explica que en la vieja Facultad de Derecho (hoy de Ingeniería) alguien sacó una foto en un salón vacío. Pero al revelar el rollo en el salón había un espectro. "Esa foto está en el Museo de Derecho, yo lo vi", cuenta.

Igual que al fantasma del Museo Fernández Blanco, otro espíritu errante que vaga sin concierto y que tiene dificultades para descansar en paz.

Fuente: Alejandra Rey © – La Nación

—Brrrrrrr... Moony, qué sensación fea. Tengo un poquito de miedo, además ya escucho ruiditos por todas partes.
—Mauuu... Mi amorcito, con esa excusa logro que te quedes acá, cerquita de mí, para darte calorcito.
—¡Moony, que nos van a ver! Mira con esta nueva sección vamos a tener todavía más calidez.



La Luna de Papel
by La Strega
presenta...

La Luna de Miel

Desde este numero incorporamos, a pedido de las lectoras (y de muchos lectores también), un espacio para la poesía. Todos aquellos que deseen colaborar pueden enviar sus trabajos en formato rtf a lastrega@keko.com.ar

CUANDO TU AMOR TITILA…

El viento de tu piel se vuelve cieno
denso y amargo...
Cuando tu amor titila
tu sonrisa se vuelve piedra
y tus caricias plaga.
Cuando tu amor titila el universo se apaga,
con un silencio seco como manta amarga.
Cuando tu amor titila,
la fría muerte me toca con sus anchas alas.
Entonces desde el fondo de tu alma
buscas la añoranza y sonriendo cómplice
te vistes de mujer, te desvistes de niña
y comprendo al fin
la necesidad de humildad en mi mirada.

Dadd Pucka



—Ayyyy... Me dejaste llorosa y mimosa...
—Cuidado Moony, que en ese estado vos agarrás viaje con cualquier cosa.
—Tenés razón Brujita, ¿Dónde esta el Guanaco cuando hace falta?
—Mmm... Moony, los chicos se mueren por verte de nuevo, perdoná que me ponga tan hincha pero vos sabés cómo son... Sobre todo el Guanaco.
—Sí, mi amor, no te hagas problema. Justo iba a subir a mi cuarto a meterme en la camita, así que me saco una fotito en la escalera y se las mando. ¿Vos venís conmigo, mi vida?
—¡¡¡¡YO VOYYY!!!! ¡¡¡YO VOYYYY!!!!
—¡Guanaco! ¡Bajate de esa baranda que te vas a matar! Ya voy Moony, esperá que me despido. Hasta el número que viene, mis brujitas y brujitos, nos vemos cuando asome la próxima Luna. Los dejo con Moony.

—...Entendés, Moony, Yo como jefe del Ander, podría darte más cartel, desinteresadamente, por supuesto... Esteeee... Podrías venir a mi casa una noche a tomar una copa...
—GUUUUUUUAAAAAANAAAAAACOOO...
—Epa... Bueno, andá gatita, después hablamos. Lo que pasa es que acá viene este envidioso que no se banca una broma...
—Guanaco, me sácas de las casillas. ¿Se puede saber qué le decías a esta pobre chica?
—Nada, que sos un gran tipo y...
—¿Cómo es eso de que sos el jefe del Ander?
—¡¡Quién!? ¡¿Yoooo?! ¡Nooooooo! Habrás escuchado mal...
—No te preocupes Waquerito, que ya estoy acostumbrada a este tipo de pesados...
—Perdoná, Moony. Me siento muy avergonzado. Si pudiera compensarte el mal momento... No sé... A lo mejor invitándote un trago.
—WAAAAAAQUEEEEEEEROOOOOOO
—¡Voy, Naty! Chicos... Er... Si me disculpan.

—Bueno. Parece que quedé solo para presentar a nuestra bellísima EskorP ia... Bienvenida hermosa... Este... ¿Qué tenés que hacer esta noche?


EL LABORATORIO DEL DOCTOR ELEPHANT by EskorPia

La llegada de Moony a la sección ha tenido sus repercusiones... Me gustaría comentar que le doy una grata bienvenida. Además, me inspira a buscar "nuevas experiencias".

Mi particular desinterés hacia el manga/animé (a pesar de hacer esta sección) se vio levemente interrumpido por una serie de irregular calidad. Su nombre es Sakura Card Captor. La historia se inicia cuando Sakura, una niña de 10 años, libera las cartas Clow, unas cartas mágicas contenidas en un libro, creadas por el poderoso Clow Reed. Bla bla bla... la niña tiene que recuperar las cartas (¡hay que ser responsables, che!). ¿Qué tienen de mágico estas cartas? Son representaciones antropomórficas de conceptos o cosas. Por ejemplo: viento, espada, tiempo... etc. El problema es que una vez liberadas, las cartas hacen de las suyas. Son cartas poderosas y, al tener poder, se pueden utilizar. El guardián de las cartas es quien obliga a Sakura a capturarlas. Su nombre es Cerberos (Kero), su forma original es la de un león alado, pero usualmente parece un peluche molesto.

Bueno... pero nada de esto es lo que me atrajo de Sakura CC, sino las relaciones interpersonales que existen entre los personajes.

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Empecemos: Sakura Kinomoto tiene una amiga, una mejor amiga, para ser más correctos, llamada Tomoyo Daiouji. Esta niña, también de 10 años, tiene la particular afinidad de filmar a Sakura todo el tiempo. Mmmm, ¿voyeurista, tal vez? Tomoyo es hija de padres adinerados (¡va a la escuela en limosina!), y le proporciona a Sakura un amplio vestuario para que realice su labor como Card Captor. Un especial fetichismo. Ambas niñas usan uniforme de marineritas para ir al colegio (sólo lo menciono al pasar).

Sakura tiene también un padre (viudo, pero que habla con la foto de su esposa) y hermano mayor, Touya, que asiste a la secundaria. Este jovenzuelo tiene, a su vez un "mejor amigo": Yukito Tsukishiro. Los muchachos están siempre juntos y se tienen mutua "admiración".

Touya, al parecer, salió con una maestra de matemáticas, Mitsuki Kaho, hace algunos años. Así que apunta para ambos lados. ¡Pero eso no es todo! Sakura está perdidamente enamorada de Yukito, el amigo de su hermano mayor. Para colmo, ya iniciada la serie, se agregan nuevos personajes, entre ellos Li Syauran. Este niño, compañero de Sakura, competirá con ella para recuperar las cartas.

Sucede que está emparentado con Clow Reed y considera que las cartas les pertenecen. Luego se unirán para combatir algo más poderoso. Igual, eso no es lo interesante, sino que el pequeño Syauran siente una atracción hacia Yukito, el amor imposible de Sakura. Otro personaje que se agrega, es Li Meiling, la prima de Syauran, que está perdidamente enamorada de él. Otra extraña relación es la que tuvieron la madre de Sakura, antes de morir, y la madre de Tomoyo. Ellas eran primas... y algo más.

Todas las relaciones se dan a entender sutilmente, de manera casi anecdótica: Tomoyo alabando los movimientos de Sakura cuando recupera una carta (con la cámara en la mano, por supuesto), Syauran poniéndose colorado ante la presencia de Yukito, Sakura poniéndose colorada ante la presencia de Yukito, etc.

.El animé consta de dos temporadas: En la primera, Sakura se dedica a capturar las cartas Clow; en la segunda, las transforma en cartas Sakura para utilizar sus poderes. Está basado en un manga del mismo nombre, con algunas diferencias (en el manga hay menos personajes, menos cartas y las relaciones son más evidentes). También sacaron dos películas, y mucho merchandising.

Esta serie es de las mismas creadoras de Sailor Moon, las Clamp, un grupo creativo muy prolífico de cuatro mujeres. El estilo de dibujo es muy naïf y bastante icónico, excepto en los momentos de atrapar las cartas o, incluso, en el mismo diseño de las cartas, donde la técnica es más detallista y oscura.

Finalizando, mi opinión personal es que este animé mantiene una línea casi infantil, pero agradables relaciones, interesantes perversiones, y amplía la mente de sus fanáticos. Se las recomiendo. Actualmente, se emite en el Canal 7, a las 17 30 hs.



—Bueno ahora que está todo preparado, demos la gran noticia...
—¿Preparado? Esto es una grasada, Waquero, si queres dar una noticia invitá con algo como la gente.
—¿Qué tiene? Hay panchos, galletitas con paté, dos botellas de gaseosas...
—¿Te das cuenta de que sos un grasulin? Mira con lo que querés dar una fiesta. ¿Y la música?
—Ahora pongo la radio.
—Genial. ¿Invitaste unas chicas?
—Viene la Strega
—BÁRBARO... Es tu esposa ¿Y yo qué?
—Viene Moony.
—Ah... Bueno. No dije nada.


GRAN CONCURSO GRAN
Comenzaron a llegar los primeros cuentos para el concurso y con mucho orgullo e inmenso honor les presentamos:

Dos Demonios
by Alexis Javier Winer

Joanne no duerme ni deja dormir. "Se acabó, no hay más", dice en la oscuridad. Mucho calor en esta habitación, calor pegajoso. "Ya lo sé", digo. "¿Y qué vamos a hacer?". Esperaba esa pregunta, ella quiere un poco de felicidad. "Y... lo de siempre", digo. "Tiene que ser hoy", insiste. "Te dije que ya sé", este diálogo ha tenido lugar unas cien veces. "Me siento deprimida. Vos sabés cómo me pongo cuando estoy así...". Cuando está así no soporta la felicidad ajena. "No te preocupes. Ya arreglé todo. Nos encontramos con el Gafas. Trae para nosotros y para vender", digo, y espero que con eso me deje dormir tranquilo. Odio el calor, odio que me despierten cuando estoy soñando cosas lindas. "No me gusta ese tipo", dice y ya me estoy cansando. Joanne es buena en la cama, y con la felicidad del Gafas es mejor, pero también tiene una habilidad poco común para irritarme. "No tiene que gustarte. Vamos, hacemos lo nuestro y listo". "Pero que sea rápido, no soporto...". Una inusitada, refinada, perfeccionada habilidad, "Ya lo sé. ¿Te callás de una puta vez y me dejás dormir?". Silencio. Tal vez lo logré. Joanne se desliza fuera de la cama y al fin cierro los ojos. No sé cuánto tiempo pasó, tal vez segundos, pero de pronto siento dolor y en la habitación hay una luz repentina. Joanne, completamente desnuda, tira de mi pelo con una mano mientras con la otra mete en mi boca el caño de su Glock. En los ojos la expresión que conozco y que me aterra, "Vos no estarás tratando de soñar cosas lindas mientras yo sufro, ¿no?". Niego con la cabeza. Transpiro y no por el calor. "Ah", dice, y el brillo de sus ojos se apaga. Retira el arma. Suelta mi pelo. "Menos mal. No lo soportaría. Es que no me siento bien, ya te dije. Necesito mi felicidad". La tiene el Gafas, viciosa de mierda. Debería irme, dejarte, pero así, desnuda y con la Glock en la mano te ves tan bien... Me dan ganas de... "Bueno. Me visto y vamos". Pienso en una orgía salvaje y en felicidad mutua. Ese es el motor que me da fuerzas para abandonar la cama y salir al calor de esta madrugada gris que anuncia tormenta.

El Gafas y dos de los suyos. Uno detrás de él, por si hay problemas. Otro cerca del auto, por si hay problemas. Nadie más. Una sonrisa falsa y, "Hola chicos. ¿Cómo están?". "Mal", dice Joanne, "necesito mi felicidad". El Gafas se dirige hacia el baúl de su auto, "Acá tengo mucha. Un poco para ustedes, un poco para que compartan con otra gente. ¿Trajeron lo de la semana pasada?". Le extiendo unos cuantos billetes arrugados. Tras los cuadrados anteojos negros veo una sonrisa y entonces sé que habrá problemas. Un trueno. La cabeza y las gafas del Gafas explotan desparramando sangre, vidrios y sesos en todas direcciones. El matón que estaba detrás de él no alcanza a reaccionar pero yo sí. Soy rápido. Le obsequio dos disparos. Cabeza y corazón. Ni siquiera alcanzó a sacar el arma. El otro salta dentro del auto para escapar. Principiantes. Antes de que se ponga en movimiento corro hasta llegar junto a la puerta. A pesar de los anteojos oscuros puedo adivinar la sorpresa, el terror. Un segundo antes de que dos de mis balas se alojen en su cráneo, en su rostro adivino la pregunta eterna, "¿Por qué?". "¿Por qué mierda lo hiciste?", y Joanne se justifica, "Es que sonrió. El hijo de puta sonrió", dice, "y yo sin mi felicidad". "Ahora no vas a tener más tu puta felicidad. Lo mataste. Y como siempre, yo tengo que arreglar todo. ¿Acaso no viste que eran tres?". "Sí, pero confiaba en vos", dice ella, y sé que tengo que perdonarla. "No vuelvas a hacerlo nunca, ¿entendés? Nunca". Guardo mi arma. Joanne toma de la mano del Gafas-Ahora-Rotas todos los billetes. Reviso el baúl. Felicidad para mucho tiempo. Y en todo ese tiempo uno puede morirse de sobredosis o encontrar otro proveedor, siempre y cuando en el ambiente no se sepa que los que sacamos del negocio al Gafas fuimos nosotros. En el rostro y en la ropa de Joanne hay mucha sangre. Yo debo estar igual. Dos demonios de caras rojas. Entonces sonrío, "¿Usted cree que los Peritos Forenses avalarán la hipótesis de suicido?". Joanne me mira seria, como sin entender. "Suicidio ritual...", explico. "No lo creo", dice, aún seria, "cualquiera puede darse cuenta de que esos dos se dispararon entre ellos por accidente", señala a los matones. "En cuanto a éste", ahora señala lo que queda del Gafas, "parece haber abusado de su propia mercadería. Lo que le voló la mente fue la felicidad". Ahora sí, ella también sonríe. Es temprano. Todavía podemos llegar a casa antes de que el barrio despierte.

Está loca. Pero hay dos razones para no dejarla. La primera es que si yo me fuera, ella me buscaría para matarme. La segunda es que en verdad lo haría. La quiero. No sé si lo nuestro es amor o simple atracción sexual. Pero no, es más que eso. Realmente me importa su felicidad. Y al mediodía ambos tenemos mucha. El Gafas proveía bien y la sesión de sexo es inmejorable. Afuera el calor agobiante se ha transformado en tormenta. Por la noche seguro refrescará. Agotado, bendigo la lluvia. Antes de quedarme dormido, un último pensamiento, la cara del tipo del auto antes de que dos disparos se la deshicieran.
"Casi me olvido. Hoy vemos a mis viejos", digo por la tarde, y en su expresión veo que la felicidad se ha desvanecido. "Es jueves, ¿te acordás?", insisto. "El asesino hijo de puta quiere ver a la mamita", dice ella, diez en sarcasmo. "Y la loca de mierda va a venir, ¿no?", digo yo, cero en tolerancia. "Por supuesto. ¿Alguna vez te fallé? Dame tiempo para ponerme presentable. Estoy hecha un desastre". Lo está. Pero valió la pena.
Mis viejos no saben. Creen que tengo algún laburo serio, que Joanne está un poco loca, imposible ocultarlo, pero que es una buena mina. Todos los jueves, cena familiar. Ahí también están mis dos hermanos. El deportista acabado por abusar de cierta forma de felicidad y el médico que intenta llenarse de oro prescribiendo alguna otra forma de, claro, felicidad. O tal vez la misma. No sé qué fue lo que mis viejos hicieron mal. Tampoco me acuerdo de quién inició a los otros en el tema, aunque es probable que haya sido yo. Tres boludos, tres perdedores, pero para ellos somos como chicos. Mamá nos prepara una comida casera que en nuestras rutinas es siempre bienvenida. Todos esperamos con ansiedad los días jueves, y aunque hoy proteste, Joanne también. Mi hermano médico combate la ansiedad con felicidad. La cena se desarrolla como siempre. Estoy contento, me gusta estar acá. A todos nos gusta. Pero para la hora del café noto que algo anda mal con Joanne. "¿Qué pasa, flaca?". "No pasa nada", dice, pero miro alrededor y sí pasa. Mis hermanos, mis padres, yo mismo, sonreímos. Ella no. "No te preocupes", le digo, "ya nos vamos, y si querés, hoy a la noche...". "Guardate tu felicidad. Estoy asqueada...". "Bueno, no te hagás problema. Lo que vos quieras". "Te dije que no quiero nada". Entonces en sus ojos ese brillo, "Lo que yo quiero es que éstos dejen de sonreír". Todos la miran sorprendidos. Ya no sonríen y respiro aliviado. "Tranquila, mi amor. Tranquila", le digo, y a los demás, "Nosotros nos vamos". Me incorporo, Joanne también. Nos dirigimos hacia la puerta. Mi viejo y mis hermanos, tres caras con la misma expresión idiota. Pero mi madre es toda una dama. Repuesta de la sorpresa, abandona la mesa para acompañarnos, "Chicos, los espero el jueves que viene, o cuando quieran... Ustedes saben que siempre son bienvenidos". Y sonríe. Todo ocurre en apenas instantes, antes de que Joanne saque el arma y le apunte a la cabeza ya sé lo que va a pasar. Dos truenos y el comedor se llena de sangre.
En su expresión, sorpresa y horror a la vez. Su rostro manchado de sangre, al igual que el mío. Dos demonios. Nunca la había visto así. Recuerdo la imagen del tipo del auto, la misma expresión, la misma pregunta implícita, "¿Por qué?". Dos demonios. Pero ahora sólo queda uno. "No hay un por qué para todo, vieja. Te podría decir que estaba loca, pero esa no es una respuesta. Hay cosas que simplemente pasan.", señalo los restos de Joanne, "Ella me lo enseñó".

DATOS DEL AUTOR

Alexis Javier Winer tiene 26 años, es analista de sistemas, trabaja como consultor de Intranet/Extranet en Repsol-YPF. Ha publicado algunos cuentos en antologías de la UBA y del Centro Ricardo Rojas. Concursó y fue uno de los ganadores en Axxón este año con el cuento "Por la Vía Sentimental". Ademas Axxón publicó su cuento "El Mayor Poder" en el número 112. Acaba de firmar contrato con Editorial Sudamericana para publicar su novela "Los Fragmentos del Pasado" (que es de cf-terror-aventura-fantasía-delirio) a fines de este año.

Les recordamos a los amadísimos lectores que los cuentos deben mandarse en formato rtf, ya que mi PC caprichosa no los lee de otra forma.



—Bueno llegamos al final del 113, con la alegría de...
—Che, la mayonesa está pasada.
—Guanaco, me estoy despidiendo ¿Podés esperar?
—Sí, perdón. La coca está natural.
—En el próximo número de Ander encontrarás, querido lector, novedades sobre...
—La novedad es que no vengo más a una fiesta tuya por las porquerías que me das de comer.
—Prometélo. Quiero dedicar este número a varias personas que lo hicieron posible... A Agudo y a Gambit, mis fieles compañeros que siempre están allí para darme una mano en contra de los virus de la compu.

Pero en especial quiero dedicarle este Ander a Gimena, deseando que no baje los brazos... A pesar de saber que estas cosas pasan no puedo entender cómo alguien tan bonita, tan buena, tan inteligente, puede enfermarse de leucemia...

Chau

Axxón 113 - Abril de 2002

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