4/Ago/04
Fuimos a ver: La presentación de la miniserie Epitafios Pol-ka vuelve a probar los límites de la capacidad de producción en la Argentina con esta miniserie policial, desarrollada para el canal de cable HBO.
Los primeros dos capítulos —que fueron los exhibidos en la presentación para la prensa— son todo lo que se podría esperar de un thriller policial y de terror en la clave de "asesino serial", sin privarse de los detalles truculentos —aunque estén sobriamente escanciados, justo es admitirlo—. De hecho, la miniserie recorre escrupulosamente los cánones del género (y sus clichés), y seguramente le debe mucho de su estética a películas como El silencio de los inocentes y Pecados capitales.
La serie fue escrita por los hermanos Slavich, a quienes bien conocemos de su paso por las historietas de Skorpio y Nippur Mágnum (Rasputin, Herencia de sangre y Nekrodamus en su etapa post Oesterheld, entre muchas otras), y de dos miniseries que hicieron historia: El garante y Por el nombre de Dios (esta última de muy buen desarrollo y muy flojo final). En Epitafios, parecen hacer uso de todo lo aprendido, aunque todavía carguen con algunos lastres. El más notorio son los diálogos superfluos, con explicaciones de las que bien podríamos haber prescindido.
La miniserie provoca y atrapa desde lo argumental y desde lo visual. Los personajes -en el límite entre lo arquetípico, hay que admitirlo, pero esto también parece formar parte de los cánones del género-, van ganando en profundidad a medida que avanza la trama. Los actores se muestran discretos en sus roles, lo que resulta bastante funcional al conjunto. Si no pueden hacerlo mejor, en buena parte se debe a alguna omisión de la marcación actoral, a varios diálogos poco enriquecedores y al español neutro elegido para formularlos —seguramente una decisión comercial, desde todo punto de vista lamentable para el público argentino, aunque seguramente bienvenida para el resto de América Latina—. Pero no se equivoquen: lo citado es a mero título de crítica minuciosa. Nada de esto opaca el conjunto, que es de lo mejorcito que hemos visto en mucho tiempo. Habrá que ver (los que puedan, claro: HBO es canal codificado y se paga aparte), cómo termina esta miniserie para dar el veredicto final. Ciertamente, merece el crédito inicial y un poco más también. Alejandro Alonso, para Axxón y Garrafex News.
Ficha técnica
Actuaciones especiales Más información: Website de Epitafios El Garante en la Enciclopedia de CF Argentina Por el nombre de Dios en la Enciclopedia de CF Argentina |
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(Axxón) Epitafios es la primera miniserie que la productora argentina Pol-ka (creada en 1994 por Adrián Suar
y Fernando Blanco, con numerosos éxitos televisivos en su haber) elabora para una señal de cable pago, en este caso HBO Olé Partners para Latinoamérica. Y
esto ya es una buena noticia, pues está desarrollada al 100% con talento latinoamericano y una buena parte de talento local. La miniserie se desarrollará en trece
capítulos que comienzan a emitirse por la citada señal de cable, el 14 de agosto de 2004 en horario estelar.
La historia nos mete en la vida de Renzo Márquez (Julio Chávez), un ex policía que, por impericia, ahora carga en su conciencia la muerte
de cuatro rehenes adolescentes. Pasaron cinco años y, a pesar de haber dejado la fuerza y haberse convertido en taxista, no logra superarlo. Hubo otros
involucrados en esas muertes, ya fuera por acción u omisión: el asesino (Santiago Peñalver, encarnado por Luis Machin), el comisario Benítez (un formidable
Lito Cruz), y la psicóloga Laura Santini (una fría Paola Krum, que poco a poco se va entibiando), entre otros. Los problemas para todos ellos comienzan
cuando alguien decide desenterrar ese pasado, y lo hace a través de una serie de sofisticados asesinatos en serie. Es allí cuando Márquez deberá enfrentar
nuevamente sus fantasmas y algunos amores no correspondidos. En capoítulos posteriores se mostrarán los otros dos protagonistas: Cecilia Roth (como Marina
Segal: joven, brillante, hija y nieta de policías), y Antonio Birabent (como el enigmático Bruno Costas, de quien es preferible no adelantar demasiado).
Acompañan muy dignamente Luis Luque (en un papel muy similar al que hacía en la serie televisiva 099 Central) y un prometedor David Masajnik (el
primo torpe en El hijo de la novia, que aquí encarna a un policía novato que va ganando en confianza y experiencia con el avance de la trama).
La factura técnica de Epitafios es impecable: filmada con dos cámaras en 16 milímetros, buen sonido y
musicalización oportuna. Con varios extras que son de destacar: las muy sugerentes postales de un Buenos Aires que se nos presenta lugubre y paradójicamente
ajeno, y algunos efectos digitales en el mejor estilo de las nuevas series norteamericanas (por ejemplo, un zoom que penetra en el interior del cuerpo humano
para mostrarnos algo allí depositado).
Ficha artística