Editorial - Axxón 167

Preguntas y respuestas
por Eduardo J. Carletti, director de Axxón


En una época en la que muchos creen que la cantidad es mejor que la calidad, o que el reconocimiento y el prestigio se obtienen de manera instantánea con una buena campaña publicitaria, Axxón parecería ser una especie de fósil de lo conceptual.

Pero no extinto ni muerto, por suerte. Estamos bien vivos.

La presión mediática modela las personalidades. Según la edad, más se nota. No es fácil escapar a los modelos que las estructuras de superventas prefieren instalar. La idea de impulsar estos conceptos es simple: sólo un medio poderoso puede "comprar" cantidades ingentes, exhibir grandes números, porque tiene dinero para atraer número con las estratagemas más alejadas de lo que yo considero arte y calidad real. Y sólo un medio poderoso puede hacer esas campañas de publicidad a nivel de lavado de cerebro, como las que se aplican para hacer creer que unas rubiecitas sosas que se menean y cantan a través de un sintetizador son divas del pop y el rock. Por suerte de vez en cuando surge algo genuino —a mi gusto, en música, una Shakira, aunque otros este gusto no lo compartirán, claro— y les derrumba por un momento esos castillos en el aire.

Hablando de lo nuestro, digo que somos una especie de fósil porque nada de eso hacemos.

Ni nos publicitamos, ni pretendemos mostrar números de cualquier manera.

Sólo somos obsesivos de la calidad.

Quizás se note. O quizás a muchos se les pase, por eso lo digo; al fin y al cabo, éste es mi único espacio de "publicidad"... digámoslo así.

Aquí puedo contar por qué hago lo que hago, y por qué otras personas se "prenden" de esta aventura y trabajan para ella con la misma obsesión y con el mismo fanatismo que lo hago yo.

Lo he contado otras veces, pero como siempre hay alguien que piensa que atrás de esto hay cualquier otra cosa, lo repito. Para mí se trata de malintencionados, pero también puede haber quienes no hayan percibido cuál es nuestra realidad.

Respecto a hablar de nosotros, he escuchado cada cosa...

Pero pasemos a lo positivo.

¿Para qué seguir obsesivamente con la mejora de lo que ofrece Axxón, si el mismo crecimiento crea mayores gastos y jamás un beneficio?

Porque me gusta hacerlo. Sí, así de simple. O mejor: porque necesito hacerlo. Y no puedo concebir una actividad artística sin crecimiento, maduración y evolución constante.

¿Por qué todos los días, por qué tanto material?

Me gusta encontrar algo nuevo y sorprendente todos los días. ¿Por qué no ofrecer lo mismo a los demás?

¿Cómo se logra ese crecimiento?

Aceptando y promoviendo ideas de la gente que desea expresarse. Yo sólo pongo el espacio, que hemos ido creando poco a poco. Mucha gente hace su Sección, muestra lo suyo, sugiere ideas y disfruta viendo que se plasman, y se siente orgullosa.

El trabajo principal en Axxón es lograr que cada persona que participa se sienta orgullosa de hacerlo.

¿Por qué?

Porque el esfuerzo que se hace no es para encumbrar la personalidad de nadie, ni para inflar el ego de nadie en base a lo que los demás aportan. Aquí cada quien se gana su aplauso, como corresponde y es justo, y nadie le roba la escena a los demás.

Así ha sido durante 17 años.

¿Hacía falta explicar todo esto?

Yo creo que no, pero bueno, a veces las cosas se deben escribir para que se afirmen y se comprendan.

Muchísimas gracias a las personas que entendieron todo esto antes —sin necesidad de leer este Editorial— y aportaron su dinero durante el mes anterior para que Axxón pase a estar en un espacio de Hosting mucho mayor.

En estas cosas está la verdad.

Hasta el próximo mes.

Eduardo J. Carletti, 1 de octubre de 2006
Mensajes al Director: ecarletti@axxon.com.ar