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18/Jul/03

Un cargamento de patos de goma viajó por el océano durante once años

(BBCMundo.com) Si usted alguna vez se encontró en medio del mar y sus ojos divisaron una "bandada" de patos plásticos, no se asuste: usted no estaba alucinando, los "falsos" patos eran reales. Resulta que un cargamento de miles de patos plásticos que estuvo deambulando por el océano durante más de una década está por llegar, en cualquier momento, a las costas de Nueva Inglaterra, Estados Unidos.

Los patos —junto con otros juguetes plásticos como tortugas y ranas— se cayeron del contenedor de un barco que se dirigía desde China hacia Seattle, Estados Unidos, durante una tormenta en 1992. La larga travesía emprendida por este peculiar grupo de animales a través de tres océanos ha sido monitoreada por un grupo de científicos.

Los investigadores afirman que el espontáneo experimento les aportó invalorables conocimientos sobre el comportamiento de las corrientes superficiales. "Los patos estuvieron flotando en el Pacífico Norte durante tres años: desde el lugar del accidente hasta Alaska, luego se dirigieron hacia Japón y más tarde regresaron a los Estados Unidos", señaló Curtis Ebbesmeyer, un oceanógrafo retirado de Seattle.

"Esto significa que viajaban al doble de velocidad que las aguas superficiales. Por eso los bauticé los super-patos".

Navegantes varios

Luego de que el cargamento cayera al mar cerca del paralelo 45, once años atrás, los patos permanecieron flotando en las costas de Alaska, arribando al estrecho de Bering en 1995. Se cree que los animalitos quedaron atrapados en hielos que se desplazan lentamente durante varios años, hasta llegar en el 2000 al océano Atlántico.

Un año más tarde fueron descubiertos en el Atlántico Norte, cerca del sitio donde se hundió el Titanic. Durante la odisea, algunos patos se rompieron y emprendieron un viaje hacia Europa mientras que otros aparecieron un buen día en Hawai.

Esta clase de hechos, por extraños que parezcan, ocurren con frecuencia.

Alrededor de diez mil contenedores caen al mar por año, ocasionando riesgos tanto para los navegantes como para la vida marina. Recientemente Ebbesmeyer monitoreó el "viaje" de 34.000 guantes de hockey sobre hielo que se perdieron en el mar.