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Página Noticias de Axxón

 

26/jun/02

Se llama inosina y, en experimentos con ratas, parece favorecer la reparación de los nervios luego de accidentes cerebrovasculares. 

Una proteína parece ayudar en la cura del daño cerebrovascular
(CNN, Reuters) Una proteína producida naturalmente puede ayudar al cerebro a reparar el daño causado por accidentes cerebrovasculares, dijeron el lunes investigadores. El estudio podría ofrecer una manera de evitar que los pacientes pierdan el habla y el uso de sus extremidades a consecuencia de estas dolencias.
Pero el empleo de la proteína, llamada inosina, todavía está en fase experimental muy temprana como para probarse en seres humanos. No obstante, los investigadores esperan comprobar que esta sustancia es inocua para las personas. Los experimentos con ratas, publicados en la edición del lunes de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, revelaron que la proteína puede estimular el crecimiento de nuevos nervios en el cerebro. Los nervios se inervaron de nuevo, como un puente, en el área dañada y las ratas recuperaron cierto grado de control sobre sus extremidades.
"Creamos un accidente cerebrovascular en un lado del cerebro —dijo en una entrevista telefónica Larry Benowitz, del Hospital Infantil en Boston y la Facultad de Medicina de Harvard, quien condujo el estudio—. Queríamos estudiar un modelo de accidente cerebrovascular para ver si la inosina podía estimular las células nerviosas para que se extendieran (...) y compensaran las pérdidas. Funcionó."
En las ratas tratadas con inosina se observó crecimiento de nuevos axones ( las conexiones largas y delgadas entre los nervios) y recuperaron algo de su capacidad de movimiento que habían perdido en el accidente cerebrovascular.
"Se observó una marcada mejoría en los animales que sufrieron un accidente cerebrovascular, pero que no recibieron inosina —comentó Benowitz—. Usando la pata delantera en la que habían perdido el movimiento normal, pudieron alcanzar mejor la comida, y lograron nadar mejor."
La mitad de las ratas tratadas con inosina usaron sus patas afectadas para alcanzar los alimentos, en comparación con ninguna de las ratas no tratadas. Algunas de las ratas fueron sacrificadas y los investigadores examinaron su cerebro. Benowitz explicó que lograron observar nuevos axones que crecían en el lado no dañado del cerebro hacia la médula espinal, como un efecto por el daño ocurrido en el otro lado del cerebro. 
El accidente cerebrovascular ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo de sangre al cerebro, ocasionando la muerte de las células, o cuando un vaso sanguíneo se rompe e inunda el cerebro y mata células. Hasta ahora, no se había encontrado una manera de regenerar estas células muertas, pero el equipo de Benowitz, que trabaja con Boston Life Sciences Inc, una empresa que posee la licencia de la inosina, espera construir puentes de reparación axonal en el área neurológica dañada.
Benowitz manifestó que la compañía, que ayudó a financiar el estudio y pagó sus honorarios, negociaba con la Dirección de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos para iniciar pruebas de inocuidad de la inosina en personas.
Pero el investigador expresó que era necesario realizar más estudios científicos. "Nos gustaría saber un poco más sobre cómo activa la inosina este programa en las células nerviosas —dijo—. Sabemos que activa un ensamblaje integral de genes y hace que la célula reactive su programa de crecimiento axonal. Nos gustaría saber un poco más sobre estas rutas".
También es importante saber cuán pronto debe administrarse la inosina después de ocurrir un accidente cerebrovascular, y por cuánto tiempo debe infundirse en el cuerpo, dijo. Las ratas en el experimento de su equipo recibieron infusiones continuas de inosina hasta por seis semanas.