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02/jun/02
Un nuevo género de música electrónica le da
mayor relevancia al silencio que al reverberante sonido de los graves. Es tan
sutil, que cuando salió el último álbum hubo quien creyó que no tenía
ningún sonido grabado.
La melodía del silencio
(Wired News) La música generada por computadora suele
asociarse al reverberante ritmo de la música tecno. Pero está surgiendo una
estética más silenciosa. Es tan sutil que apenas se oye.
"Música Lowercase" (música en minúsculas) es el nombre que se le ha
dado a un ecléctico movimiento de música electrónica que pone de relieve
sonidos muy sutiles y los largos y silencios vacíos que los separan.
Creados principalmente por científicos, tecnólogos y músicos experimentales,
los temas del lowercase muchas veces están basados en la magnificación de
sonidos casi imperceptibles a través de una computadora, por lo general una
Macintosh.
Entre las composiciones más recientes figuran una burbujeante sinfonía de
teteras hirviendo, el suave sonido sibilante que hacen las cintas vírgenes
cuando se las reproduce a través de un estéreo, y el ruido apagado de los
globos de helio cuando chocan contra el cielo raso.
Uno de los últimos álbumes era tan silencioso que se llegó a dudar de que
realmente tuviera algún sonido grabado.
"La música lowercase se parece a eso que Rilke daba en llamar
'insignificancias'... esas cosas a las que uno por lo general no les presta
atención, los detalles, las sutilezas", expresó Steve Roden, el artista
de Los Ángeles que acuñó el término que da nombre a este género.
Roden es responsable de un álbum que contiene los sonidos que hace el papel
según lo que se haga con él. La grabación de su álbum, llamado "Forms
of Paper" (Formas de Papel) originariamente fue encargada por aunque
usted no lo crea una biblioteca de Hollywood, y se ha convertido en una de las
composiciones más destacadas de su género.
Los temas de música lowercase muchas veces están basados en temas
científicos: un hormiguero amplificado, un celular que se está quedando sin
batería, y los casi imperceptibles chasquidos que hacen las bacterias cuando se
las ultracongela con hielo seco y metanol.
Con micrófonos de contacto, los compositores registran estos sonidos casi
imperceptibles y luego los amplifican con programas de software como el Pro
Tools de DigiDesign. Luego estos sonidos se editan: se recortan, se loopean
(enganchan), se estiran, se repiten o se retardan, y se crean así composiciones
musicales minimalistas que son casi inaudibles. El resultado: temas que
requieren de una profunda concentración para poder escucharlos, pero a la vez
son capaces de generar efectos sorprendentemente profundos.
La música recuerda algunas de las composiciones de John Cage, un compositor
clásico moderno minimalista. Pero, a diferencia de la silenciosa composición
de Cage, titulada "4'33", que causó un escándalo durante su estreno,
en 1952, la mayoría de las composiciones lowercase sí contienen sonidos.
"Te permite oír sonidos a los que normalmente uno no les presta atención
explicó Josh Russell, que es científico y uno de los músicos cuyos temas
conforman este nuevo álbum. Te cambia la percepción. Hay muchos sonidos que
ahora me suenan musicales y hace unos años no. Uno toma conciencia de que los
sonidos tienen una belleza inherente".
Russell, un bioquímico de 31 años de edad que vive en San Diego, tiene una de
las principales discográficas de lowercase, Bremsstrahlung Recordings, y acaba
de lanzar una segunda compilación de composiciones lowercase llamada Lowercase
Sound 2002.
Russell armó la primera compilación para los miembros de una lista de correo
de música lowercase. Y se sorprendió gratamente cuando las 500 copias que
había hecho se vendieron en sólo dos semanas.
Del segundo CD se van a hacer 1.000 copias. Este CD incluye temas de 28
artistas, casi todos ellos de distintos países. La compilación ofrece temas de
figuras prominentes del lowercase tales como Roden, Bernhard Günter y Taylor
Deupree.
Este movimiento creció en Internet y, en realidad, no hubiera sido posible de
no haber existido ese medio.
"Es tan esotérica que sería muy difícil que en una ciudad se pueda
conseguir una cantidad importante de personas interesadas en esta clase de
música expresó Russell. Pero en la Web, es fácil. Hace años que vengo
avanzando hacia esta estética, pero pensé que me estaba volviendo loco. A
ninguno de mis amigos les gustaba. Después volví a la Web y encontré a mucha
más gente a la que le interesaba (este tipo de música). Pienso que esto mismo
les debe de haber pasado a muchas otras personas".
Es difícil calcular la cantidad de gente que escucha este tipo de música, pero
Russell señaló que podría haber unos 10.000 fanáticos del lowercase en todo
el mundo.
Un recital que se llevó a cabo recientemente en un café de Santa Mónica,
California, atrajo a unas 100 personas, que se dieron cita allí para ver a tres
intérpretes del género, todos ellos tocando con PowerBooks Apple.
Las Macs son un elemento clave en la creación de sonidos lowercase. Para crear
sus composiciones, muchos de los artistas de música lowercase parten de
grabaciones en exteriores captadas con micrófonos de contacto, y luego
amplifican y editan estos suaves sonidos con computadoras Macintosh.
Ejemplos de música lowercase:
+ "nimb #20", de Toshimaru Nakamura (Son los sonidos de una
bandeja mezcladora que se retroalimenta ante la ausencia de un tema para
reproducir). Descargar
MP3 (1 MB)
+ "Zhu Shui", de Bernhard Gál (alias gal) (Zhu Shui quiere decir
"agua hirviendo" en mandarín. Todos los sonidos se generaron haciendo
hervir y enfriando el contenido de las teteras). Descargar
MP3(1 MB)
+ "Outer buoy wave conditions at Torrey Pines California State Beach during
November, 2001" (Oleaje contra las boyas de las playas de Torrey Pines,
California, en noviembre del 2001), de Bob Strum. Descargar
MP3(1 MB)
+ "In the Space of a Second", de Otaku Yakuza (1000 samples de un
milisegundo de duración cada una que se unieron para formar un "tema"
completo de 1 segundo de duración, con un silencio al inicio y otro al final). Descargar
MP3 (216 KB)
Nota completa y otros links en:
http://buscar2.terra.com/wired/cultura/02/05/29/cul_44650.htm
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